Siguiendo con la tónica de reciclar, he convertido en un poema, la tela de un viejo cojín que se le ha estropeado el ganchillo que lo cubría.
Es un poema, que siempre me ha gustado, de José Martí. He colocado cada una de las estrofas en una cara
Usando pintura para tela y un pincel fino he ido dibujando las letras. Primero calculé y escribí el poema en papel de seda, luego lo pasé todo con papel de calco a la tela; y por último pinté con pintura especial para tela. He añadido un silueta de rosa .
Este es el abecedario con el que he compuesto el poema y la rosa
Y aquí el cojín viejo sobre mi renovada silla.
Seguro que escribiré otros poemas… para algún amigo.